domingo, 20 de junio de 2010

Costa cálida


En Mayo del 2010 a la costa cálida viajé
para disfrutar unos días de su calidez.

Murcia  es la capital, pero en verdad
ni Mazarron ni Ahisa le pueden tener envidia.

Lorca  ciudad con historia,
famosa por su paso azul, sus iglesias milenarias
y el paseo de Carlos I que es su principal arteria,
el puente de Calatrava y muchas cosas mas
dignas de mencionar.

Mazarron con su bahia, nos invita a pasear
y a degustar tranquilamente de un buen manjar
frente al mar, donde el mediterraneo
se muestra tranquilo y cálido.

Ahisa  es el pueblo mas marinero
que yo pude visitar, y me dejó un recuerdo
difícil de olvidar.
En su puerto natural  atracan los atuneros,
y su carga va a parar a la cercana alcazaba
y de allí meses mas tarde salen
los sabrosos salazones
que se venden por toda España
en los puestos de pesca salada.

Caravaca de la cruz  está lejos de la costa
y aunque su núcleo es pequeño,
guarda la esencia de los pueblos de antaño,
sus estrechas calles peatonales, nos alegran la vista
por sus lindas jardineras con infinidad de flores
que nos ofrecen sus olores.

La zona moderna es amplia y acogedora
con gran movimiento mercantil,
y en este año jubilar adornada en especial
para al peregrino agradar.
Y en lo mas alto del pueblo
se encuentra el castillo, y en el centro
el santuario, sencillo y cuidado,
y al venerar la santa cruz el corazón siente reconfortado. 

sábado, 12 de junio de 2010

Terapia de grupo

Un poco desconectada me siento en este lugar
en el balneario Sensol donde el inserso nos envió a descansar..

Ya es día 26 y me empiezo a integrar, somos gente  de otras regiones
Valencia y Cataluña Almería y Extremara, pero al conocernos un poco
ya vamos todos a una;
Compartimos buenos momentos
y también los tratamientos, y eso nos hace olvidar
las contracturas y sentirnos mas seguras.
Por eso a la monitora la tenemos despistada,
ella organiza juegos de cartas pero la gente le pide "marcha"

Los ricos Paparajotes aprendimos a cocinar
para poderlos degustar en nuestra fiesta particular.

El lugar es ideal para descansar;
Desde mi terraza veo las montañas desérticas
y gran parte de la llanura es árida,
pero justo en el centro y delante de mi disfruto de un hermoso
campo de golf con todo su verdor.

El hotel Sensol, con sus jardines y sus palmeras
sus fuentes y sus piscinas
y el esplendido sol que nos acompaña todo el día,
hace que me sienta tranquila y con mucha y agradable compañía.

Un buen recuerdo guardaré ¡y el año próximo intentare volver!