sábado, 18 de enero de 2014

Ya estamos en un nuevo año, también en mi vida intento empezar a hacer nuevas cosas, como mirar y vivir el presente con un poco más de serenidad, y gracias a las múltiples ayudas de mi familia y entorno empiezo a concienciarme que esta es la vida que me tocó vivir, y empiezo por hacer un poco de balance de mi dia a dia.
Cuando en un taller nos invitaron escribirlele una carta a Dios, yo no me sentí cómoda, pues aun me dura el enfado, pero al intentarlo me dejé llevar del momento y como si hiciera una confesión, me salio lo siguiente.

CARTA A DIOS

Padre, no sé si estaré preparada para hablarte como una buena hija, tengo tanto dolor en mi corazón que no puedo evitar los reproches.
Tu pusiste en mi camino una persona buena con la que compartí mi vida, y durante ese periodo de felicidad te di gracias y sentí que estabas a mi lado, pero a partir del año 2012, mi alma se cerró a ese sentimiento, ya no puedo hablarte de la misma forma.

Desde mi infancia, viví en la fe y cuando pase por duros momentos me aferre mas a ella, y siempre encontré luz y consuelo, pero últimamente me está resultando más difícil; Escucho a mi madre, ella sobre todo intenta que esa llama que encendió con mi llegada al mundo continúe viva, y aunque comprende mi decepción me invita mirar la parte positiva, todo el amor que compartimos, la familia que formamos el barrio donde nos sentimos acogidos…Se que debo mostrar agradecimiento por tantas cosas buenas que recibo, pero el dolor o la ofuscación me impiden hacerlo. Siento que necesito acercarme de nuevo a Dios para conseguirlo, pero siempre encuentro un motivo que me lo impide.

En el inicio de este año y con la presencia de mi nieto, mi petición fue pedir fe, y serenidad para continuar mi camino.
Durante la misa del nuevo año algo o “alguien” me hizo ver que mi soledad no es tan grande y me sentí con la esperanza de aceptar cada día mejor mi nueva vida.
Y con una paz renovada y agradecida por esta experiencia la compartí cantando y con emoción contenida.

Por todo eso te doy gracias Padre, por ayudarme a mirar a mí alrededor, y también hice feliz a mi nieto y a mi madre.