La vida viene lentamente. ¡Espera!
No cortes el capullo de la rosa,
huirá de tu jardín la primavera
y el vuelo de la grácil mariposa.
No dehagas el nido
que en tu casa hace la golondrina,
la verás que huyendo en vuelo por la calle
se va a otra ventana a dar los buenos dias .
Borraste la alegria y dices luego:
el verano es mentira, el gozo incierto.
Pasó la brisa jubilosa en juego,
y tú pusiste muros a tu huerto.
Dicen que quien no encuentra el cielo aquí,
tampoco arriba. Abajo está el camino.
Dios alquila la casa junto a tí,
y es donde allí te mudes, tu vecino.
P. Mieza
domingo, 11 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario